La crisis del momento actual y uno mismo (parte 1 de 2)

 
Primera parte

Nota previa: este escrito completo es una interpretación basada en la Tercera Carta a mis amigos, escrita por Silo el 17 de diciembre de 1991. Creo que dada la situación mundial, es vigente hoy…
Con esto quiero manifestar mi sensación, mi registro interno de responder a la pregunta que uno (y muchas más personas) se plantea frente a la crisis del mundo actual, crisis que es global, no solo porque afecta al planeta, sino además porque abarca todos los ámbitos de las actividades humanas.


Y la pregunta que uno se hace es: en medio de toda esta situación, que no he elegido  ¿Cómo sigo adelante con mi vida, a pesar de todo? Y con esto incluyo no sólo al aspecto material de la subsistencia (trabajo, dinero, vivienda, etc), sino también a un aspecto muy importante, lo existencial (aspiraciones, sufrimiento, ilusiones, creencias, la amistad, el amor, sentido de la propia vida, etc)
Por supuesto que lo escrito aquí (una mezcla existencial-cotidiana, en distintas proporciones, de experiencia, estudio, reflexión, interpretación, intercambio con otros,  acción…)  no pretende ser más que un pequeño  aporte sobre el ámbito de lo personal, una cierta perspectiva ( no muy amplia), una manera de ver el mundo, (aunque ésta sea parcial e incompleta). 
Por supuesto que hay infinidad de otras perspectivas (mucho más amplias), otras innumerables maneras de ver el mundo (más totalizadoras y completas)…


      Quiero considerar algunos aspectos que, me parece, afectan en menor o mayor medida la relación entre las personas, y a su vez entre ellas y el medio social en que se vive.
      Están en crisis muchas personas, también las instituciones y por último la sociedad, lo que repercute finalmente en la crisis de una nación o país o estado.
      Por lo que observo, por la información que recibimos (aunque sea manipulada) por el enrarecimiento de las propias relaciones con otros…por todo esto (y otros factores), podemos decir que se manifiestan (desde hace mucho tiempo) en muchísimas zonas del planeta, perturbaciones, desórdenes, guerras locales, hambrunas, pobreza extrema, discriminación, desempleo, violencia en todas sus formas, etc… quizá ya estemos en un período histórico en que todo esto no es asimilado por amplios sectores de la población…y  se producen desbordes sociales en distintas partes del mundo…
      Estas transformaciones que están ocurriendo suelen tomar rumbos en ocasiones inesperados…lo cual produce en muchas personas (así lo creo) no solamente inestabilidad, sino además y por sobre todo, desorientación respecto al futuro en general (¡al propio futuro!),  y además el interrogante: que es lo que se debe (debo) hacer en el presente…
      Todo esto que comento no es un problema psicológico que se resuelve adentro de la cabeza de las personas aisladas, sino que, me parece, puede ser resuelto intentando transformar  la situación en que uno vive (que yo vivo) con otras personas mediante un proceso de ir logrando un comportamiento coherente, es decir pensar, sentir y actuar en la misma dirección.
      Si uno pudiera pensar, sentir y actuar (no necesariamente en ese orden) en una misma dirección…si lo que hago no me creara contradicción con lo que siento o pienso…podría decir (si ese comportamiento fuera permanente) que mi vida tiene coherencia…uno sería confiable ante sí mismo… (no me “traicionaría “a mí mismo) aunque en ocasiones no sería  confiable para  el entorno inmediato…

(continuará con la segunda y última parte)

un afectuoso abrazo, Oscar


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