Segunda parte (y última)
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Aquí hay una cosa a destacar…podría aspirar a que esa coherencia (que ojalá, vaya aumentando con el tiempo) también se manifieste, se exprese en la relación con otros…por lo tanto mi intención es ¡aprender a tratar a los demás, como a mí gustaría ser tratado…! (esto suena bonito, pero no es tan fácil…)
Esto de que el pensamiento, el sentimiento y la acción vayan unidos y eso del trato que se pide a otros, con el que uno da…son ideales que no se aplican muchas veces en la vida diaria…
Estoy hablando de propuestas que uno (yo mismo) tiene dificultades para llevarlas adelante…trato en realidad de ir “ajustando” la conducta a esas propuestas (ser coherente y tratar a los demás como quiero ser tratado)…
Experimento que esas propuestas son valores que, si los tomo con permanencia, me direccionan y sucede que, con aciertos y errores voy haciendo progresos…
Tengo que decir además, que esas dos propuestas tienen que ir juntas, ya que, por ejemplo, sabemos que puede existir una, llamémosla así, una especie de coherencia negativa, en los maltratadores, los racistas, los explotadores, los intolerantes, los fanáticos, los violentos…, pero está clara su incoherencia en la relación con otras personas, porque tratan a los demás de un modo muy distinto al que desean para ellos mismos.
Pienso y siento que detrás de toda esta aparente sencillez (de las dos propuestas) hay una apuesta clara y alegre por el sentido de la vida personal y social…
Probablemente la necesidad nos impulsará a que nos vayamos nucleando los que aspiramos a dar (o fortalecer) una nueva dirección a nuestra vida y a los acontecimientos, la necesidad impulsará la comunicación directa, la discusión, el intercambio y los acuerdos para la acción, para la transformación…
Para mí lo más razonable es que si se quisiera dar alguna dirección a los acontecimientos, habría que comenzar por la propia vida y para hacerlo tengo que tener en cuenta al medio en que actúo.
Bueno y ¿a qué dirección puedo aspirar? Creo sin duda que es la dirección que me proporcione coherencia en un medio cambiante, e imprevisible…algo así como ir logrando con el tiempo “un centro de gravedad”…
Me queda claro que únicamente influyendo en mi medio estaré transformando la relación con las otras personas y algunas o muchas de ellas compartirán esa intención e interés por la coherencia…
Y en cuanto a la relación con los demás, está el tema del trato…, ya que si quiero que me traten de determinada manera, tendré que tratar a los demás como me gusta a mí que me traten…veo esto muy importante en el avance hacia un trato recíproco, de afecto y de igualdad o paridad...
Y otro punto importante como dirección, como aspiración, es llegar más allá de nuestro medio inmediato, a partir de ahí se abre la posibilidad de llegar a toda la sociedad…quizá otras personas quieran sumarse en la misma dirección…
Los grandes movimientos en la historia comenzaron siendo pequeños (como es lógico) y se fueron desarrollando en la medida que interpretaban (en un momento dado) las necesidades e inquietudes de mucha gente…
Intento actuar en el medio más inmediato, pero con la intención de ir ampliando esa influencia, con la mirada puesta en el progreso más allá de pequeños grupos.
En síntesis, todo esto que acabo de exponer es una aspiración, una aspiración que no es fácil de realizar, pero que me llena de un alegre sentido…
un afectuoso abrazo, Oscar
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