“En algún momento del día o de la noche, aspira una bocanada de aire e imagina que llevas ese aire a tu corazón.
Entonces, pide con fuerza por ti y por tus seres más queridos.
Pide con fuerza para alejarte de todo aquello que te trae confusión y contradicción; pide porque tu vida tenga unidad.
No destines mucho tiempo a esta breve oración, a este breve pedido, porque bastará con que interrumpas un instante lo que va sucediendo en tu vida para que en el contacto con tu interior se despejen tus sentimientos y tus ideas.”
(Silo – Parque La Reja, Argentina - 4 de Mayo de 2005)
bien, hay que pedir, pero ¿a quien pido?...pues según lo que tú creas....según lo que creas... puedes pedir al Dios de tu religión...o a tu Dios interno...o a tu Guía...o a una imagen inspiradora y reconfortante...(alguien de la familia, un amigo...) tanto si vive como si no...
por mi parte pido a mi Guía interno, y puedo decirte además que esa imagen tiene “encaje”, me “conmueve” cuando la imagino...tiene mucho significado para mí...
en cuanto a “alejarte de todo aquello que te trae confusión y contradicción” entiendo que es lo mismo que superar el resentimiento, el deseo de venganza...
es al mismo tiempo tener el deseo de reconciliarse con otro, o con otros y lo que me parece muy importante, reconciliarse también con uno mismo...
en aquel simple pedido, creo que hay también una meditación que se orienta hacia la propia vida.
Y ese pedido y esa meditación se irán acumulando e irán cobrando fuerza como para transformar las situaciones, a veces no agradables, del día a día.
un abrazo, Oscar
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