un afectuoso abrazo,
Oscar
//...Lo espiritual, algún día lo vamos a descubrir. Es una cierta sustancia, psíquica, mental, que trabaja además en un cierto espacio, no en el espacio cotidiano donde nos movemos nosotros.
Nosotros nos movemos y también podemos decir las coordenadas que tiene Quito, la latitud, la longitud, hay un cierto espacio.
Dentro de Quito hay una calle, acá hay una intersección de dos calles, estamos en el primer piso de un edificio.
Nos movemos en ese espacio y en ese tiempo, a las cinco en punto de la tarde.
Nos movemos en ese espacio y en ese tiempo.
Cuando hablamos de esta cosa espiritual, hacemos alusión a otro espacio, un espacio interno que no trabaja con esas categorías.
"Yo te deseo lo mejor", le dice uno al otro. El otro lo entiende, lo capta, pero ¿cómo opera eso?, ¿que quiere decir, yo te deseo lo mejor?, ¿en que espacio funciona eso?
Alguien se enamora de otra persona, sí, está bien, caminan juntos. Caminan juntos pero caminan en el aire, (risas) en otro espacio.
Se miran, siempre se han visto la cara, pero ahora se miran como si estuvieran fascinados, ¿que forma es esa de ver las cosas? y no es una cosa, es otra persona que le sirve a ésta de complemento.
Estas son realidades también, estas son realidades que tienen que ver con la estructura de la conciencia inspirada.
Es la que trabaja en la inspiración de la conciencia.
La conciencia se inspira por muchas cosas, se inspira por el amor, se inspira a veces por determinadas tragedias, cosas muy graves que pasan y que llevan a la gente a que reflexione profundamente, y se salga de lo cotidiano y empiece a pensar en el sentido que tiene su vida, la dirección que lleva su vida, ¿de donde viene su vida?, ¿a donde va su vida?, ¿que significa esa tragedia que ha sufrido esa persona?
Son espacios diferentes. No son espacios cotidianos.//...
(extractado de la charla de Silo con Mensajeros en Quito, Ecuador - 22 de octubre de 2006)
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