un afectuoso abrazo, Oscar
[...] 7. ¿Qué imagen tienes de los sabios? ¿Verdad que los concibes como seres solemnes, de ademanes pausados... como quienes han sufrido enormemente y en función de ese mérito, te invitan desde las alturas con suaves frases en las que se repite la palabra "amor"?
8. Yo, en todo verdadero sabio, he visto un niño que corretea en el mundo de las ideas y las cosas, que crea generosas y brillantes burbujas a las que él mismo hace estallar.
En los chispeantes ojos de todo verdadero sabio, he visto "danzar hacia el futuro, los pies ligeros de la alegría".
Y muy pocas veces, he escuchado de su boca, la palabra "amor"... porque un sabio verdadero, nunca jura en vano.[...]
(dos párrafos extractados del capítulo IX. Contradicción y Unidad, en el libro "El Paisaje Interno")