La violencia, el Estado y la concentración de poder

Hola, la introducción de esta entrada es muy breve, ya que el párrafo que copio más abajo, extractado de la Quinta Carta a mis amigos, (escrita en el año 1991) me libra, creo, de todo comentario...
te dejo para que lo leas...

un afectuoso abrazo,  Oscar
"El ser humano por su apertura y libertad para elegir entre situaciones, diferir respuestas e imaginar su futuro, puede también negarse a sí mismo, negar aspectos del cuerpo, negarlo completamente como en el suicidio, o negar a otros.

¿Qué es lo que necesito realmente?

Hola, ¿que tal estás?  espero que bien...
La entrada de hoy tiene que ver con un trabajo de crecimiento personal que realizamos el viernes pasado en la reunión de nuestra Comunidad del Mensaje.
El trabajo personal consistía de dos pasos, en el primero, cada uno de nosotros tenía que contestarse a sí mismo la pregunta ¿que es lo que necesito realmente en este momento de mi vida? Podían ser cosas tanto materiales (tangibles) como virtudes, atributos (intangibles)...
Fue un trabajo individual, de conexión con uno mismo, ayudados por papel y boli para escribir nuestras necesidades (o lo que cada uno cree que son sus necesidades);  la propuesta era priorizar una necesidad y tenerla presente para cuando se hiciera el segundo paso.
A continuación hicimos la ceremonia El Oficio, en su práctica, cada uno tuvo la posibilidad de conectar con la energía sicofísica (la Fuerza) que circula por nuestro cuerpo; casi al final de la experiencia hay un pequeño párrafo que invita a los participantes, a concentrar la mente en el cumplimiento de aquello que necesitamos realmente...
Ahí entonces se realizó el segundo paso, es decir pedimos por aquello que ya habíamos elegido como nuestra mayor necesidad en el primero...
Por las sensaciones, registros y comentarios en el intercambio posterior a la experiencia de esa reunión, el trabajo personal, interno, que cada uno de nosotros desarrolló, fue muy útil porque aclaró aspectos de nuestra propia vida...
A mi personalmente me dejó una clara sensación de paz, suave alegría y sentido...

un afectuoso abrazo,
Oscar